Artes Marciales, ¿Que nos aportan?
Cuando se comienza a practicar una de las muchas artes marciales existentes, la vida de esa persona sufre un gran cambio. Una nueva etapa comienza en su vida, una ligada tanto al esfuerzo físico como a los valores que aprende. La marcialidad ofrece estructura, destreza y disciplina a su vida. No solo eso, sino que también ayudan a controlar diferentes problemas que nos afectan en nuestro día a día como la ira, el miedo o la falta de autoestima. Es por ello que comenzar con la práctica de un arte marcial ayuda tanto a adultos como a niños o adolescentes. A gente de todas las edades y diferentes entornos.
En las artes marciales que tienen su origen en el este asiático, como es el caso del Mugendo, se enfatiza mucho en aspectos como la autoconfianza, el respeto y la disciplina. La práctica de algún arte marcial conlleva aprender y ejercer la disciplina, tanto dentro como fuera del entorno dónde se entrena. Ejemplos de ello son el uniforme con el que se debe acudir a clase. Por ejemplo en las artes marciales que se viste el kimono, debe estar pulcro, limpio.
También hay que añadir como factores importantes dentro de la disciplina la puntualidad, el respeto, la compasión o la constancia. Destaca mucho el papel del sistema jerárquico que esta establecido entre las personas que lo practican e instructores (master, sensei…). A medida que los practicantes van perfeccionando su técnica su motivación va incrementando. Se convierten en personas más seguras y con mayor autoestima. Cuanto más evolucionan más comprometidos están con el arte marcial que practican.
El componente espiritual
Gran parte de de las artes marciales que provienen de oriente contienen una porción de componente espiritual. Esta parte busca el equilibrio, la armonía en uno mismo, con los compañeros u oponentes e incluso con la naturaleza. Se puede meditar y fortalecer mente y espíritu a través de la práctica de este tipo de arte. La Asociación Británica de Artes Marciales resalta que al dominar un arte marcial, esas personas adquieren el conocimiento para utilizar tanto el cuerpo como la mente. Eso es algo que no te aseguran el resto de deportes o ejercicios físicos. Al menos no al mismo nivel.
Las artes marciales son para defenderse
Uno de los objetivos de toda arte marcial es enseñar a defenderse. Es por ello que se aprenden técnicas de defensa personal. Y es que hay que recordar que el propósito de aprender una disciplina de este tipo nunca debe ser utilizarla para hacer el mal. Más bien lo contrario, solo debe utilizarse para defenderse en situaciones en las que podamos ser atacados. Pero también se aprenden movimientos que permiten disminuir el riesgo de lesiones, que podrían incluso tener lugar tener lugar en otro tipo de deportes. Enseñan el conocimiento de cómo se debe caer a suelo. De cómo evadir el contacto de una forma bastante segura. Las caídas en fútbol o baloncesto, los tirones por falta de flexibilidad en deportes de gimnasia o de raqueta… se pueden llegar a evitar.
¿Como afectan a nuestro físico?
En cuanto a los beneficios físicos, en primer lugar las artes marciales incrementan la resistencia cardiovascular de quién las practica. Además también permiten reducir el peso y tonificar los músculos. Algo que sin duda a los jóvenes les interesará, ya que hoy en día muchos buscan estar en mejor forma. Pero esos no son los únicos beneficios. Entrenando en Mugendo se puede obtener un incremento en la coordinación, la flexibilidad y ganar en fuerza. Todo el cuerpo se ejercita: brazos, piernas, espalda, hombros… sin olvidar que la cabeza, la mente también. Por que al final en un arte marcial como Mugendo todo es cabeza, cuerpo y corazón. Cabeza por que es lo que nos hace pensar. Cuerpo por que debemos cuidarlo y aprender a manejarlo. Y por último corazón para notar, sentir y canalizar nuestra energía.
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