DEPORTE VS ANSIEDAD

El estrés del día a día en el que estamos inmers@s, con un ritmo tan frenético y acelerado, nos lleva en muchas ocasiones a vernos envuelt@s en situaciones estresantes que pueden derivar en episodios de ansiedad a veces constantes y/o intensos. De repetirse en el tiempo, pueden acabar tornándose cada vez más fuertes e incontrolables. Tanto, que al final, podemos acabar produciendo respuestas emocionales y físicas de esa ansiedad, incluso ante situaciones cotidianas y normales.

La ansiedad viene influida por nuestros miedos, los cuáles nos generan un estrés a la hora de enfrentarlos, debido a la exigencia que implica estar alerta y concentrado en una determinada situación. Cuando nos desbordamos, aparece la ansiedad. El trabajo personal es el mejor aliado para controlar la ansiedad. Por lo tanto, hay que buscar formas de canalizar estos episodios de ansiedad para que no nos dominen. Lo ideal es buscar actividades y hobbies que nos gusten, y nos proporcionen serenidad y tranquilidad. Mediante actividades que nos generen bienestar, conseguiremos sentirnos relajados y se reducirán los síntomas de la ansiedad y el estrés.

Al encontrar encontrar actividades que nos hacen sentir bien, hacemos frente a lo importante que es en sí enfrentar nuestros miedos. Ese hecho, sobre todo a nivel mental, es muy gratificante, pues nos impulsa a seguir superándonos y a perder el miedo.

El deporte es una muy buena opción para gestionar nuestra ansiedad. Al  hacer ejercicio, contribuimos a aumentar los niveles de serotonina. Gracias a la serotonina, colaboramos a mejorar nuestro estado de ánimo general y, en consecuencia, reducir nuestra ansiedad. Si tomamos la actividad física de forma regular, contribuimos a reducir y regular el nivel de ansiedad general, y sus síntomas físicos y emocionales.

Asimismo sucede a nivel físico, esta sensación de bienestar influye en la disminución de los síntomas de dolor en el cuerpo. Por lo que, al practicar ejercicio y ver que no sentimos estrés en nuestro cuerpo, aumenta nuestra resistencia y, en consecuencia, también aumenta aún más el estado de ánimo.

Hacer deporte también influye beneficiosamente sobre algunos trastornos como, por ejemplo, el insomnio. Al movernos y gastar energía, nos sentimos más relajad@s y también cansad@s, por lo que nos ayuda a conciliar un sueño mejor.

También ayuda a algunos sentimientos, como la tristeza, la apatía, la sensación se abatimiento o de falta de eficacia. El ejercicio genera un aumento de confianza en un@ mism@, debido a la sensación de fortaleza que nos aporta. Al realizar nuestra actividad favorita, contribuimos a una mejor forma física en base a nuestro esfuerzo, lo que hace que aumente la sensación de seguridad, de control y de capacidad. Ello nos hace sentirnos gratificados y eficaces. Los diversos cambios que genera el ejercicio, tanto a nivel mental como a nivel corporal, hacen mejorar nuestra autoestima.

Hay tres cosas muy importantes aquí. Por un lado, elegir un deporte que nos sea placentero y con el que disfrutemos. De lo contrario, si lo hacemos de forma obligada, nos acabará cansando y no habrá servido de nada el hacerlo. Por otro lado, dedicarle el tiempo suficiente. Es un tiempo que se dedica cada persona a sí misma, para sanarse y liberarse. Esa es la idea más importante. Por último, ser conscientes de que tendremos peores y mejores días. Por ello, no debemos desanimarnos si un día no llegamos a lo que nos propongamos. Lo más importante es la constancia y, sobre todo, la fuerza de voluntad.

Desde Mugendo, a través de nuestras diferentes técnicas de artes marciales, ejercicios y valores, trabajamos las ansiedades y los miedos. Además, creemos que las artes marciales son un vehículo idóneo también para aquellas personas que sufran episodios de miedo y de ansiedad. Queremos contribuir, no solo a tu bienestar, sino al desarrollo personal en paz, bajo control y con determinación.