MANTENERSE ACTIVO EN CASA

La crisis del coronavirus nos va a mantener en casa varias semanas, según la orden de confinamiento decretada por el Gobierno hace unos días. Hasta entonces, salvo que nuestro trabajo conceda servicios de primera necesidad, restan muchos días en el hogar que requerirán de mucha paciencia, ocio y también de buenas conductas.

Es importante que nos adaptarnos a la situación con una actitud lo más positiva posible. Así como salir a la calle mejora nuestro estado de ánimo, también lo hace el hacer ejercicio y mantener tu cuerpo activo. Por ello, y porque como hemos dicho no se puede salir a la calle a menos que no sea por alguna excepción como ir a hacer la compra entre otras, habremos de hacer un esfuerzo extra para hacer actividad física dentro de casa.

De no ser así, es decir, si mantenemos una actitud sedentaria, solo hará que engordemos y estemos de mal humor. El sedentarismo es fuente de muchos males, incluido el sobrepeso y la obesidad, pero también se asocia a enfermedades del corazón, como la cardiopatía isquémica, a la hipertensión, la diabetes, la osteoporosis, a ciertos tipos de cáncer y al deterioro psicológico, incluidas la depresión y la ansiedad.

Para evitar esto, lo más recomendable es buscar rutinas para estas semanas que durará el aislamiento. Debemos organizar el día de tal manera que ocupemos nuestro tiempo y esta situación excepcional nos afecte lo menos posible. Lo más conveniente es que dentro de nuestra rutina o planning diario, reservemos una espacio de tiempo para hacer ejercicio, adaptado a la movilidad de cada uno.

Mugendo ofrecerá varias clases online para ayudaros a que no perdais vuestro entrenamiento y que tanto niños como mayores sigáis haciendo Mugendo desde casa. También existen muchas otras alternativas, como los canales de youtube y cuentas de instagram que proporcionan clases o ejercicios dirigidos. Por lo que encontrar un plan de entrenamiento adecuado para cada uno puede ser fácil, dadas todas las opciones que se ofrecen, sobre todo estos días.

Una mente positiva, constancia y compromiso con uno mismo es lo único que se necesita para superar estos días.

También tenemos que tener en cuenta que mantenerse activo no tiene porqué ser sólo hacer ejercicio el tiempo que dure la clase guiada (o no) que vayamos a realizar. Además del ejercicio ya programado, puedes aprovechar las cosas cotidianas que seguramente hagas durante el día para hacer una actividad física más intensa, y por lo tanto mantenerte activo más tiempo. 

Estas son algunas de las alternativas que proponemos:

• Hacer las tareas del hogar a un ritmo más rápido y enérgico de lo habitual.

Se puede elevar la intensidad durante diez minutos continuados; después, volver al ritmo normal y activarse de nuevo durante otros diez minutos, ya estemos barriendo, fregando o pasando el trapo del polvo. 

Podemos usar el palo de la escoba o fregona para hacer ejercicios: cogido con las dos manos separadas al ancho de los hombros, se puede llevar arriba y abajo, pasar por detrás de la cabeza, remar con él hacia delante y hacia atrás…

• Bailar un par de veces cada día, cada uno a su manera. 

Podemos poner la música que más nos guste y seguir el ritmo, creando nuestra propia coreografía o copiando alguna ya hecha. Puede ser muy divertido y seguro que mejora nuestro sentido del humor. 

• Caminar por la casa.

Es recomendable caminar por casa varias veces al día, ya sea solo por el pasillo o recorriendo todas las habitaciones, independientemente del tamaño de la casa. 

• Utilizar las pesas.

Son el mejor modo de fortalecer los músculos, tanto las adecuadas para brazos como las pesas de tobillo. Se pueden comprar o bien recurrir a un tetrabrik, una lata de conservas, una botella de agua rellena de arena o, simplemente, unos garbanzos o judías metidos en un calcetín anudado fuertemente. Para saber el peso adecuado, si no conseguimos levantar la pesa ocho veces seguidas, es que es demasiado para nosotros. Habrá que empezar con menos e ir aumentando. Conviene hacer ocho repeticiones y tres series de cada ejercicio.

• Hablar por teléfono de pie.

Cada vez que haya que hablar por teléfono, ponerse de pie y, mientras tanto, moverse por la casa o hacer movimientos con las piernas.

• Obligarse a levantarse de la silla o del sofá al menos cada hora. 

Hay que huir del mando a distancia en la medida de lo posible. No tener el teléfono al lado, sino levantarnos a por él. No vocear a los demás, es preferible acudir a hablar cara a cara. Se trata de buscar trucos para no pasar mucho tiempo seguido sentados.