Osh, Carnaval!

“Ay, no hay que llorar,
(No hay que llorar),
Que la vida es un carnaval,
Que es más bello vivir cantando,
Oh oh oh ay, no hay que llorar,
(No hay que llorar),
Que la vida es una carnaval,
Y las penas se van cantando…”

¿Quién no ha cantado y bailado al son de los acordes de este pegadizo estribillo? La verdad es que, seguramente, la artista cubana Celia Cruz no sabía dónde se metía cuando lanzó su sencillo  “Mi vida es cantar” allá por el 98…

¡Se acerca el carnaval 2021 y en Mugendo no queremos que pase inadvertido!

En Mugendo nos contagiamos de la felicidad  y el color que impregnan al evento y aplicamos, a rajatabla, el mensaje del tan resonado estribillo.

De esta manera nuestr@s alumn@s acudirán con su magia a sus clases vestidos con sus mejores y más bellos disfraces durante la semana del 15 al 19 de febrero.

UN POCO DE HISTORIA

No queda muy claro cuál es el origen concreto de la festividad. Lo que parece que si queda claro en torno a sus orígenes son dos cosas: Es una festividad prerrománica y de carácter pagano.

Algunos expertos en historia sitúan su origen en las civilizaciones del mundo antiguo de Sumeria y de Egipto. Se realizaban grandes hogueras. En el caso de los sumerios, la idea de origen consistía en la celebración simbólica de una fiesta de libertad y permisión, en aras de pedir que los malos espíritus no perjudicasen su mala cosecha. Por su parte, los egipcios realizaban un evento muy similar con la idea de adorar al dios Apis, dios de la fertilidad. Casualmente, ambas se celebraban en invierno, concretamente en las fechas que corresponden, en el Calendario Gregoriano, a febrero.

Con la caída de las primeras civilizaciones y la llegada de romanos y griegos, la festividad se adaptó a éstos. Los griegos rendían culto a Dionisio y los romanos a Baco. Éstos eran los dioses de la fertilidad y del vino.

Fue en la época romana cuando se comenzó a utilizar máscaras y ropajes diferentes. Todo ello con el fin de mantener las identidades en el anonimato durante la celebración de aquella festividad llena de excesos.

Se cree, también, que el origen de la navidad podría partir de la tradición carnavalesca del imperio romano. Algunos historiadores creen que el cristianismo adaptó la idea de celebración de libertad y de excesos, patrimonio del carnaval, con la fundación del período navideño.

Años más tarde, concretamente en el siglo XV, los comerciantes y navegantes hispanoportugueses trasladaron la festividad al continente americano. Allí ya, en las civilizaciones prehispánicas, existían festividades similares que acaecían durante las mismas fechas de febrero.  Concretamente en Bolivia, donde el objeto era alentar a las divinidades para bendecir el ciclo de producción de la papa durante la época de lluvia. Es decir, en febrero. De esta manera, las costumbres europeas del carnaval y las del continente americano se fusionaron en aquel momento.

Así se consolidaba la extensión mundial del carnaval.

La festividad ha evolucionado, de forma evidente, hasta lo que se conoce hoy en día. No obstante, expertos en el tema observan la apariencia de vestigios de las antiguas fiestas en lo que conocemos hoy en día.

Respecto a su carácter pagano, son consideradas como tal debido a que se oponen a los valores cristianos. El no reconocimiento por parte de la iglesia del carácter religioso de esta festividad ha extendido su carácter pagano hasta nuestros días. Pero la realidad es que es una festividad muy ligada a lo espiritual. Es más, en algunos países de tradición católica, como los cristianos ortodoxos orientales o algunas culturas protestantes, existe una significación y relación particular con la festividad. Claro está que con un carácter distintivo, modificado y adaptado

Así que en resumen, ambas celebraciones tenían un final que transcendía lo terrenal. Algo que mucha gente no sabe hoy en día.

Sea cuál sea su origen y sea del carácter que sea, esa cuestión no es lo que importa ahora mismo. Lo que importa ahora es contagiar la felicidad y la alegría, que son elementos intangibles muy necesarios dada las delicadas circunstancias que nos está tocando vivir ahora mismo.

Siempre desde el respeto y el cumplimento de los protocolos de seguridad necesarios, desde Mugendo queremos llevar la alegría, la felicidad y el color a esta gran familia que tanto queremos. Creemos firmemente que es una excusa perfecta para evadir por un tiempo las mentes de la realidad y transportarnos a un mundo donde todo es posible. De la forma en la que sea. Tal y como es la historia del carnaval: Una historia con muchas formas, pero con la misma esencia en su fondo y origen.

Así pues, en este febrero de 2021, invocamos al espíritu de la alegría para que riegue nuestros corazones de felicidad y buenas vibraciones durante la semana del 15 al 19. Y para ello necesitamos que celebréis con nostr@s, con la mayor intensidad posible, este ritual en tu clase y horario habitual

Esperamos de todo corazón que aparezcan estos carnavalescos espíritus en todas nuestras escuelas Mugendo de Euskadi. ¡Lo necesitamos mucho!