La respiración táctica en las artes marciales

A la hora de practicar un arte marcial hay un gran número de aspectos vitales. La concentración, la fuerza, la técnica y el cardio son imprescindibles, pero en esta ocasión hablaremos sobre un aspecto del que no se habla tanto: la respiración. Y es que aprender a respirar de manera correcta e inteligente tiene una gran importancia. A pesar de que respiremos por naturaleza, ya que sino moriremos, es trascendente conocer la respiración táctica. Consiste en aprender a calmar la respiración en situaciones que puedan producir estrés o fatiga.

Algo tan simple como saber respirar puede ser de gran importancia en el momento más inesperado. La respiración táctica tiene 3 funciones. En primer lugar permite controlar el ritmo cardíaco. Este hecho es indispensable para aquellos que practiquen artes marciales en las que hagan combates o deportes que requieran un alto desgaste de energía. En segundo lugar, contrarresta los efectos negativos que tiene la adrenalina. Y por último están los diferentes métodos de respiración que debemos utilizar en distintas situaciones.  En esta entrada nos centraremos en la primera de todas, el control del ritmo cardíaco.

La principal función de nuestro sistema respiratorio no es otra cosa que controlar el ritmo cardíaco. En principio, entre los 115 y 145 latidos por minuto hay un punto concreto considerado el óptimo para el rendimiento deportivo, excepto en determinadas situaciones. Como por ejemplo cuando en un partido de fútbol un jugador lanza una falta. En ese instante el futbolista deberá intentar reducir el número de latidos que produce su corazón para concentrarse y lanzar un buen disparo. Pero quitando ese tipo de excepciones que también aparecen en otros deportes, no conviene situarse por debajo de esas pulsaciones.

Si lo hiciéramos, puede que nuestro cuerpo no reaccionara con destreza. Mientras que si nos encontráramos por encima de las 145 pulsaciones, las habilidades motoras podrían comenzar a deteriorarse. Es más, en el peor de los casos podríamos experimentar la denominada “visión del túnel”. Este síntoma es causado por algún fenómeno físico o emocional y consiste en que la vista se nuble hasta que solo veamos un punto de visión escasa, lo cual puede provocar desmayos.

Combatir exige mucho al sistema cardiovascular. Nuestro sistema se adapta y entra en “modo pelea”. Esto se debe a un aumento de la frecuencia cardíaca y la liberación de las hormonas de la adrenalina. Se trata de una reacción breve que puede llegar a darnos algún disgusto. Ya sea en sparring o en combate, y sobre todo en los primeros lances, gestionar la respiración es vital para afrontar el estrés. Respirando lenta y profundamente lograremos combatirlo situando nuestras pulsaciones entre las 115 y 145 por minuto. Pero para lograr estos resultados será muy importante entrenar la técnica de la respiración táctica.